domingo, 22 de marzo de 2020

LA BURBUJA


LA BURBUJA

                   Las olas rompían con una alegría excepcional aquella noche. Estaban estrenando puntillas de espuma contra las rocas mientras el mar embravecido no cejaba en su empeño de querer conquistar la tierra palmo a palmo. La marea estaba alta porque tenía algo importante que celebrar: la pasión había triunfado.



         La bruja del mar era mucho más que una hechicera. Por todo el océano era más que conocido que Úrsula era una usurera de tomo y lomo. De hecho su verdadero nombre era Mari Ángeles, pero Úrsula se acercaba mucho más a usura y por eso todas las criaturas del mar la llamaban así. Durante decenios se había forjado su fama a base de pedir precios desorbitados por sus filtros amorosos de dudosa eficacia, por sus predicciones a menudo desacertadas