Últimamente hablo con gente nueva que he
conocido en un foro de internet. Sería más correcto decir que posteo o que
chateo, pero prefiero decir hablo porque dado que mi vida social real es
absolutamente nula, mis nuevas amistades están en la red. La cuestión es que
estas nuevas amigas con las que me relaciono me están influyendo de un modo tan
evidente que nunca me había pasado.
Me
explico: ellas se maquillan, se cuidan, usan cremitas y una enorme variedad de
fruslerías femeninas a las que yo nunca había prestado la más mínima atención.
Por supuesto también hablan del tema, comparten opiniones sobre productos de
diferentes marcas y precios, discuten efectividad de esos productos…todas esas
cosas. Además alguna de ellas incluso ha creado un canal de youtube donde
cuelga videos sobre belleza, maquillajes, compras que hace… y he descubierto
que me gusta verlos. No es ninguna profesional de la materia, simplemente es
alguien que da su opinión sobre los productos que usa y compra, sin mayores
pretensiones.
A raíz de empezar a ver los videos de esta
amiga he ido buceando un poco más en este tipo de canales de internet y he
conocido a varias gurús de temas femeninos en la red y también me he
descubierto a mi misma quedándome enganchada con esos videos. He aprendido
varias cosas sobre maquillaje… y lo más importante es que he empezado a
interesarme por el tema del cuidado facial y corporal y por el maquillaje. Yo.
Yo que nunca he usado nada de nada, salvo un lápiz de ojos y un poco de rímel
en ocasiones señaladas. Yo que nunca había usado cremas ahora me veo comparando
precios y marcas. Es decir, yo que nunca había necesitado ese tipo de productos
ahora deseo tener determinadas brochas, determinados colores, determinados
potingues, en definitivas cuentas. Y ahora necesito esos productos. ¿Hasta qué
punto los necesito? Bien, si me paro a pensar no los necesito. Tengo una
pequeña cajita con algo de maquillaje y con eso tengo más que suficiente. Al
fin y al cabo no me pinto tan a menudo. O si. Porque la verdad es que antes
solo me pintaba cuando salía por ahí, por la noche, o cuando tenía algún
evento, alguna boda o algo así, pero en las últimas semanas me pinto para salir
por la tarde. No es que salga todos los días, pero cuando salgo me pinto, aunque
sea día de diario. Sé que a mucha gente le parecerá lo más natural del mundo,
pero para mí no lo es. O al menos no lo era, sin embargo es una práctica que se
está arraigando entre mis costumbres y la verdad es que me gusta porque me
gusta el resultado. Me veo guapa. Y como además estoy aprendiendo trucos y
técnicas de maquillaje, logro mejores resultados de los que lograba antes, con
lo cual me animo yo sola.
Y por eso me surge esta reflexión ¿de dónde
me viene la necesidad de pintarme y darme cremas? En un principio me niego a
pensar que el mero hecho de ver videos y compartir mi tiempo con chicas que
hablan del tema es lo que me ha creado la necesidad, pero creo que debo
rendirme a la evidencia de que así es. De que todo aquello que estudié un día en la carrera de publicidad y relaciones públicas era
verdad. Y me pregunto ¿Significa esto que solo por exponernos a determinada
información ésta nos lleva a asimilarla y traducirla en necesidades prácticas?
Espero que ustedes tengan sus propias
respuestas. Por supuesto yo tengo la mía.
Hola
ResponderEliminarpues sí el ver esos videos llevan a que quieras cuidarte y maquillarte
que no debería ser así.una debe cuidarse por su bien estar no por la influencia que crea otra mujer.
Pues si, así debería ser, pero te cuento como ha sucedido. La cuestión que trato de plantear es ¿somos conscientes de hasta donde nos llegan a influir las redes sociales?
ResponderEliminarAl final se trata de aprovechar lo bueno y alejarse de lo tóxico. A mí este año en cuanto a mi afición a la escritura las redes me están aportando mucho. Por otro lado, vivimos en la era del “hype” (poner por las nubes algo para generar expectación) y del “clickbait” (cebo para que accedas a ver alguna información e incrementar las visitas) y es evidente que es algo que funciona e influye en los apetitos de la gente.
EliminarA mí lo de ver videos que hace la gente me supera, quizá porque a mis hijos les encantan y estoy ya saturada, el mayor con los de videojuegos, que no entiendo yo el interés que puede tener ver a alguien jugar en lugar de jugar tú. Y la peque con videos de como hacer slime, (el blandiblu de nuestra época), de como hacer manualidades, de repostería...es impresionante verla manejar el mando de la smart-tv con esos minideditos suyos.
ResponderEliminarjajajajaja, la verdad es que son la caña, es como si hubieran nacido sabiendo hacerlo. Yo estoy en otra etapa de videos ahora, supongo que necesito ir cambiando para que me sigan entreteniendo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario